Reseña: Viajo sola, de Samuel Bjork

Título original: Der henger en engel alene i skogen

Autor: Samuel Bjørk

Saga/Comp.: sí 

Editorial: Suma de Letras 

Año de publicación: 2014

Un hombre sale a pasear con su perro para recuperarse de la resaca y de sus problemas de conciencia. De repente el perro sale corriendo entre los árboles. Allí el hombre descubre a una niña que cuelga de un árbol, balanceándose sobre el suelo, con una mochila escolar en la espalda y un cartel alrededor del cuello que dice «Viajo sola».

El inspector de policía Holger Munch se encarga del caso y no tarda en darse cuenta de que va a necesitar la ayuda de su excolega Mia Krüger. Sin embargo, Mia, que siempre había sido una chica sana, ahora parece estar enferma. Realmente enferma. Holger Munch acude a su casa para pedirle que vuelva al servicio activo. No tienen ni la más remota idea de lo que les espera.

Una novela donde tenemos niñas de seis años asesinadas de forma cuidadosa, peinadas y vestidas como muñecas, con sus útiles escolares listos y un cartel que dice “Viajo sola”… Definitivamente es una trama interesante y que llama la atención. Y encima, había escuchado muy buenas reseñas sobre este libro, así que estaba en mi lista de pendientes. ¿Y saben algo? Tienen que leerlo.

Si son amantes de los thrillers y las novelas policiacas, amarán Viajo sola. Es una excelente novela negra libre de muchos de los clichés del género que, a pesar de su tamaño (555 páginas), logra sumergirnos en un universo que se siente completamente real. En más de una ocasión sentí el impulso de prender la computadora y buscar alguna de las pistas que daban para ver si podía resolver el misterio, hasta que recordaba que era ficción y que, por ende, Google no sería de mucha ayuda en el caso.

La novela está contada en capítulos pequeños, de frases cortas, con una mezcla perfecta entre diálogo y descripción. Cada capítulo está narrado desde un personaje diferente, quien nos va introduciendo en su vida para revelarnos pistas o detalles que tienen que ver con el asesinato de las  niñas.

El ritmo de lectura es increíblemente rápido y ligero. A pesar de ser un libro tan grande, las páginas pasan volando y uno apenas se da cuenta de los capítulos que han transcurrido, pues lo único importante es descubrir al asesino.

Los personajes son redondos y muy completos, al grado de que se sienten reales, como si uno fuera de pronto al café y pudiera encontrarse con ellos y preguntarles cómo van las cosas. Me agradó que se toquen diversos temas, como las drogas, el abuso a menores y el fanatismo religioso, sin llegar a ser tedioso ni cansado; de hecho, uno apenas se da cuenta de ello hasta que se han avanzado varias páginas.

También es impresionante la forma que tiene el autor de ir uniendo cabos. Hay un punto, a mitad de la novela, donde hay tantas pistas y callejones sin salida que uno ya no sabe qué será una pista importante y qué no, y cómo se podrán unir todas esas pistas al final, pero lo logra y de una manera impresionante. Todo tiene un por qué y para todo hay una explicación.

Lo único que no me encantó fue el final, ya que para mi gusto fue demasiado abierto y un tanto abrupto. Todo el libro es sumamente descriptivo y detallado, de manera que los últimos capítulos me parecieron demasiado cortos y sin dar una resolución como tal. Fue como si uno estuviera espiando a los personajes y de pronto nos quitaran de la ventana, y con eso último que viste cierra la historia y vete.

Fuera de ese detalle, el libro es excelso y vale muchísimo la pena. Si no han leído novelas policiacas antes, creo que es una buena novela para entrarle al género, ya que las descripciones de las muertes no son sangrientas ni hay escenas muy violentas.